Día mundial del reciclaje con los más pequeños

Día mundial del reciclaje con los más pequeños

Cada 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje. Este año, en Inertes Guhilar hemos querido compartir esta fecha con los más pequeños. La idea consistía en intentar hacerles ver la importancia de cuidar nuestro medio ambiente y de la repercusión que tiene la huella ecológica de cada persona.

Fue un día diferente para todos, tanto para los niños que quisieron venir a nuestra planta de reciclaje como para todo el equipo humano de la empresa. En el circuito guiado, los pequeños iban durante todo el tiempo acompañados de sus padres o de algún familiar. Pasaron por todas las líneas de actividad de nuestra planta de reciclaje. Además, realizamos una visita guiada por nuestras instalaciones, haciendo un recorrido desde la entrada báscula-oficinas, pasando por la zona de descarga, hasta incluso llegar a la zona donde llevamos a cabo el tratamiento de residuos de RCD (residuos de construcción y demolición).

Todos ellos pudieron contemplar como los camiones y maquinarias pesadas descargaban y trataban residuos recogidos de distintas obras y por supuesto de diferentes materiales. También pasaron por la zona de los aparatos eléctricos y electrónicos. Este es uno de los lugares más curiosas de todo el recorrido ya que pudieron contemplar nuestra antigua furgoneta, la cual próximamente será la primera encargada en descontaminar plásticos, cartón y prensa.

La parte final de la jornada de puertas abierta para niños, llegó cuando tuvieron que plantar un olivo hojiblanco. Cada uno de ellos escogía su árbol y lo plantaba, siempre acompañado de sus padres o familiares. Cada pequeño debía ponerle su nombre al olivo que había plantado. Esto se hizo adjuntando la acreditación que se les entregó a la entrada en el pie de cada árbol. De esta manera, todos los olivos hojiblancos quedaban «bautizados» y personalizados por cada pequeño.

Por último y como broche final llegó el momento de descansar y contemplar el trabajo que había hecho cada pequeño, del que tenían que sentirse orgullosos. Se sentaron delante de su árbol mientras disfrutaban de su merienda.

 

¡Fue un día increíble!

 

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